Teóricamente un emprendimiento en la web 2.0 requiere baja inversión inicial, corto plazo de creación y poca estructura organizativa, lo que permite que nuevas empresas puedan competir rápidamente con empresas tradicionales ya asentadas en el mercado. Esto es válido para cualquier tipo de iniciativa. Pero ¿en qué medida este nuevo contexto tecnológico y empresarial contribuye o favorece a las non profit? En primer lugar la web 2.0 permite la generación de mercados eficientes –bajos costes de transacción- (competencia perfecta, transparencia, penalización de conductas oportunistas…). Las necesidades sociales también pueden ser abordadas mediante la asignación via mercados (Willianson, 1978) y a su vez ofrecer la posibilidad de satisfacerla con un buen servicio ¿Existen personas que pueden dar pequeñas cantidades de dinero sin tener que estar afiliadas a una organización? ¿existen pequeños proyectos que pueden salir adelante con pequeña inversión y recibirán la ayuda con la mínima intermediación? La respuesta afirmativa a ambos interrogantes explica en parte, el fenómeno de las peer to peer charities o el e-social banking. Así las posibilidades de donación tanto en cuantía –sobre todo en el caso del microgiving- como en tipos de beneficiarios –salud, educación, emprendimiento,…etc- y e incluso ampliando las posibilidades de participación en estas iniciativas sociales. Por su parte, los potenciales beneficiarios encuentran la posibilidad de aumentar la visibilidad de su necesidad –de ámbito predominantemente local- hasta alcanzar una dimensión de escala planetaria. En segundo lugar, los modelos de negocio en la web 2.0 requiere un volumen crítico de usuarios y obtienen sus ingresos de la publicidad, de suscripciones, por la venta de producto o comisiones por transacción. Si no existen necesidades justificadas –con información suficiente- y veraces –que puedan ser constatadas- o personas dispuestas a realizar donaciones –con lo mecanismos de seguridad necesarios-, las posibilidades de encuentro -intercambio asimétrico- no serán posibles. Cuantas más personas accedan al servicio, mayor será el valor para el resto de los usuarios, y mayores serán las posibilidades de generar un lugar de encuentro permanente en donde los costes de estructura puedan financiarse con una pequeña cuantía dado el elevado número de transacciones. Estas nuevas iniciativas del tercer sector –non profit 2.0- se orientan hacia la autonomía y aunque generalmente admiten también donaciones permanentes y donaciones esporádicas, se financian sobre todo a través de comisiones por transacción (un porcentaje sobre la donación o una cantidad fija con carácter fija o voluntaria).
Foto: http://www.elmorrocotudo.cl/admin/render/noticia/663
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